“EL CLUB: EL LADO OSCURO DE LA IGLESIA”

Cada cierto periodo de tiempo, se pone muy de moda poner en jaque los escándalos en los que se ha visto involucrada la iglesia, son en esos momentos donde aparecen películas chilenas relacionadas a esta temática para de alguna forma evidenciar estos hechos, como por ejemplo en el año 2015 se estrenaron dos, “El bosque de Karadima” de Matías Lira y “El Club” de Pablo Larraín. Filmes que sin duda tuvieron un buen recibimiento por parte del público general, sin dejar de lado las típicas críticas que surgieron de la parte protagonista.

Precisamente hablaré sobre “El Club” del cineasta chileno Pablo Larraín que sin dar más detalles trata sobre cuatro curas que se encuentran en una especie de reclusión por hechos cometidos durante su vida sacerdotal, en ese lugar los acompaña una monja que está a cargo de sus cuidados y que también tuvo problemas durante su vida dedicada a la iglesia. Son cinco personas que a pesar de lo que hicieron, llevan una vida tranquila y cotidiana. Pero su tranquilidad se terminará cuando llegue un nuevo sacerdote que debido a diversas presiones termina con su vida, después de esta situación ocurren distintos hechos que lo cambiaran todo.

En El Club cada uno de los actores juegan un papel fundamental, ya que se complementan los unos con los otros a medida que la historia avanza. Además, la idea que quiso plasmar Pablo Larraín funcionó de muy buena manera. Los actores principales logran cumplir con las expectativas que ofrecen en un comienzo. Cada uno de ellos, Alfredo Castro, Alejandro Goic, Alejandro Sieveking, Jaime Vadell, José Soza, Antonia Zegers y Roberto Farias logran totalmente el aspecto de hombres acabados, con un dejo de resignación y también con algo de soledad.

Algo que también se puede rescatar dentro de la película y que además acompaña muy bien este aspecto de decadencia y resignación, es la tonalidad de colores que se muestra durante los 98 minutos de duración, una tonalidad que genera una sensación sombría y tenebrosa, como si una especie de niebla estuviera presente durante toda la película y acompañará a todos los protagonistas en su día a día.

La trama del filme, como ya lo mencioné anteriormente trata de mostrar de alguna u otra forma parte de los escándalos en los que ha sido protagonista la iglesia, mostrando su lado b, sus lados más oscuros como por ejemplo la pedofilia, el robo de niños, etc.

Aquí se trata de dejar en evidencia que existen hechos que ocurren a espaldas de ella y como se tratan de ocultar de cierta forma estas situaciones ante los ojos de las personas externas a la iglesia.  Trata de tan buena forma un tema como este, que en ciertas ocasiones genera un poco de incomodidad en los espectadores, pero esa misma incomodidad a su vez genera expectación, lo que en el caso de esta película combinan muy bien.

La película puede tornarse complicada de entender en ciertas partes, ya que entrega mucha información que puede parecer un poco dispersa en ocasiones, pero es totalmente recomendable, además llama a que cada uno de los espectadores a reflexionar de cierta manera en cuanto a estas temáticas.

Y, por último, pero no menos importante, El club es un claro ejemplo de que no todas las películas chilenas son malas, Pablo Larraín se ha ido posicionando cada vez más alto en el mundo del cine, sobre todo con esta película que no es más que una crítica social y una respuesta incisiva a todo lo que ha ocurrido en torno a los escándalos de la iglesia.

BELÉN SOFIA SALDÍAS MALDONADO

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