La revolución del Conejo Malo


Por Oscar Garrido Aravena

Es extraño escuchar Diles interpretado en solitario por Bad Bunny (23). El puertorriqueño es el autor e intérprete de la primera edición que tuvo la composición que lo llevaría a la fama. En su cuenta de Soundcloud la canción alcanzó el millón de reproducciones al poco tiempo de estar en internet. Parecía una profecía de lo que el futuro traía para uno de los íconos de un género que no se escucha en las radios, pero que está en todas partes.

Benito Martínez Ocasio, su verdadero nombre, es el mayor de tres hermanos en una familia que se formó en San Juan, la capital de Puerto Rico. Escribiendo y creando ritmos, así creció el Conejo Malo. Xavier Semper, uno de los productores musicales de Mambo Kingz, lo descubrió entre los barrios del país boricua. Luego de varios meses siguiendo su trabajo, decidieron darle una oportunidad para formar parte de la compañía Hear This Music, que también lidera el productor Dj Luian.

El estallido debió esperar. A mediados del 2016, los ya reconocidos Ozuna, Farruko, Arcangel, y Ñengo Flow, acompañaron a Bad Bunny en la versión más conocida de la canción que definitivamente le abrió las puertas a un movimiento que poco a poco, y contra todos sus detractores, rompía fronteras.

El Trap que hoy conocemos, latino, en español y certeramente distante al género que nació en Atlanta hace varios años, se define auténticamente como música callejera y de barrio, pero no de un barrio imaginado y utópico. Sus intérpretes hablan de drogas, armas y sexo. No hay límites ni censura. Existe un orgullo en expresar libremente lo que viven, o quieren vivir.

Hablar de modelos o formatos sería un intento inútil. No existe una fórmula particular que caracterice a este tipo de música que, al igual que el Reggaetón, pareciera no cansar. Semana a semana aparecen nuevas piezas que se suman a una colección que ha acaparado la atención de jóvenes alrededor de toda América. También son varios los intérpretes que se han subido al carro, algunos con más méritos y talento que otros, sobreviviendo a las dificultades y críticas que este tipo de producciones genera.

Existe sí una particularidad que pareciera ser el más importante aliado de Bad Bunny y el resto de los artistas del género. Internet ha sido la vitrina que otros no tuvieron, con las libertades y privilegios que los medios tradicionales no ofrecen. Soy peor apareció pocos días antes del 2017. Es la canción que situó al puertorriqueño en un nivel de superestrella. Contrario al resto del material colmado de colaboraciones e interpretaciones colectivas, la canción se alzó como el gran éxito autónomo del Conejo Malo.


En diversas entrevistas, Benito Martínez se ha encargado de repasar los detalles que dieron vida a su nombre artístico. Lo buscó por mucho tiempo. Un día encontró una foto suya a los nueve años, en ella aparecía dentro de un traje de conejo con cara de disgusto, directamente enojado. Una actividad escolar marcaría el apodo que hoy retrata al cantante en sus diferentes redes sociales, que incluyen gráficas que él mismo produce.

Es difícil imaginar que un cantante sin tener un solo disco, y sin apuro en tenerlo, haya conseguido acaparar un público masivo con una carrera que no alcanza a tener dos años. La principal diferencia radica aquí. No en lo que muestra musical o visualmente, sino en la intención de aportar algo distinto. Esa es su voluntad, y pareciera resultarle. Él intenta crear un estilo diferente y lo consigue. No sigue tendencias, las marca. Él mismo es la tendencia.

Me mata, Ahora me llama, Caile y Si tu novio te deja sola, esta última junto al colombiano J Balvin y con más de 600 millones de visualizaciones en Youtube, son parte de la batería de éxitos que posee. Incluso, su popularidad le permitió ser parte de lo que quizás será el mejor producto elaborado de su tipo en 2017. El remix de Escápate Conmigo, es la mezcla inmejorable de Reggaetón y Trap. Aunque acá se debe escapar a la posibilidad de confusión. La estructura sonora del movimiento no pretende reformularse ante la crítica, ampliamente argumentada, de las creaciones antecesoras. El fulgor de sus creaciones está en sus letras.

Si bien el sonido es absolutamente diferente al Reggaetón, más lento y sin una forma ni instrumentos definidos, la violencia y lo explícito de sus versos hacen de las canciones de Bad Bunny, y del resto del género, un movimiento difícil de comprender para quienes no son parte de esta generación. Quizás es ese contexto el que haga que, a pesar de sus contenidos abiertamente machistas y misóginos, el Trap tenga un espacio reservado en la transversalidad de la cultura popular juvenil.

Bad Bunny llegará a Chile durante los últimos días de agosto. Su gira por Chile, que en un principio tenía paradas en Santiago y Rancagua, ha ampliado su cartel para llegar a otras ciudades del país. No es coincidencia, es la respuesta ante una exigencia que no permitiría no ser resuelta. Será la oportunidad para definir si es que Bad Bunny solo proyecta algo, o si ese algo es la esencia de lo verdadero.

Bad Bunny en Chile – Show 360 
Teatro Caupolicán
Domingo 3 de septiembre del 2017 – 21 horas
Entradas desde los $30.000 (más cargo por servicio) en Ticketek

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