LA VIDA DE LOS PECES: DEJANDOSE LLEVAR POR LA CORRIENTE



La vida de los peces es una película chilena estrenada en el año 2010, dirigida por el cineasta chileno Matías Bize y protagonizada por Santiago Cabrera y Blanca Lewin. Trata sobre la historia de Andrés (Santiago Cabrera) quien vive en Alemania desde hace 10 años y regresa a Chile para cerrar su pasado antes de asentarse definitivamente en Berlín. Durante su estadía, asiste a la fiesta de cumpleaños de uno de sus amigos donde redescubre todo un mundo que dejó de ver, incluida Beatriz (Blanca Lewin), su gran amor.

El director, Matías Bize, quien antes de esta, solo había dirigido tres películas,  dijo en una entrevista que le realizó Emol hace algún tiempo: “No podría trabajar en temas que no me interesaran, busco películas que me representen, que sean historias totalmente personales, si no, no podría hacerlas”. Y eso es lo que define un poco a este filme. Una historia sencilla, personal y real, con un dejo de nostalgia que finalmente termina atrapando de alguna forma u otra a quien ve la película.

A pesar de que la historia transcurre en la actualidad de los personajes, en una forma de tiempo real, constantemente nos transporta y conecta con el pasado, a cómo eran sus vidas 10 años atrás o incluso por momentos a algunos más atrás.

Por lo que para mi gusto, le falto un poco más de contextualización de ciertos hechos que ocurrieron en ese pasado y que están muy presentes durante toda la historia que se muestra. No digo que sea una mala película por este detalle, todo lo contrario, considero – y como ya lo dije anteriormente - que es un filme totalmente personal y real, sólo que sentí que esa falta de contextualización de ciertos hechos, me jugaron un poco en contra al momento de entender la totalidad y mejor  la película.

Estos son solo pequeños detalles en comparación con la historia que se cuenta y muestra durante los 84 minutos de duración, una historia con la que sin duda más de algún espectador - me incluyo - se debe haber sentido identificado, quizás no con toda, pero si con una o varias escenas, ya que además de sencilla y personal, es cercana, íntima y por sobre todo honesta, y con esto, termina generando que las personas reflexionen sobre su propia vida, sobre sus decisiones y como sus acciones juegan un papel fundamental dentro de esta.

La reflexión es clave dentro de la película, clave en los protagonistas. El reencuentro después de 10 años, el reencuentro con el amor y con el pasado es algo que les hace preguntarse, no sólo a Andrés y Beatriz, sino que también a los espectadores ¿Qué hubiera pasado si…? eso es lo que finalmente hace que uno se sienta tan identificado y presente con La vida de los peces, esa pregunta que puede parecer tan sencilla, termina siendo la clave de todo. 

Sin duda me pareció una gran película, una más que se agrega a la lista de buenos filmes chilenos, una más que hace engrandecer de alguna forma al cine nacional, dejando atrás los años donde se le consideraba malo. Matías Bize, un director de la nueva generación, logra conectarse de muy buena forma con el espectador a través de esta película, logra generar emociones y algo más en cada uno de ellos, por lo que me parece una película totalmente recomendable, obviamente haciendo la invitación a todos, para que se dejen llevar por la película, por la corriente e historia de esta, al igual que sus protagonistas.

Por Belén Sofía Saldías Maldonado.









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