LASA Y ZABALA, TAMBIÉN EN EL CINE
Siempre es
complicado realizar un filme basado en hechos reales. La película Lasa y Zabala no es una excepción. El
tema a tratar, el terrorismo de estado, puede volver a sacar a la luz una de
las etapas más oscuras de la historia de España. Pero era una asignatura
pendiente para unas víctimas que, en muchas ocasiones, no son reconocidas como
tales.
El filme relata las torturas y el
asesinato que sufrieron los miembros de ETA José Antonio Lasa y José Ignacio
Zabala por parte de los GAL. La época en la que está ambientada es conocida por
todos cuantos conocen el caso Lasa y Zabala, el País Vasco en la década de los
80. Los dos miembros de ETA son secuestrados en Baiona, llevados al Palacio de
La Cumbre en San Sebastián y torturados durante días, para finalmente ser
aniquilados a tiros y enterrados en cal viva. Esta es la historia que,
brevemente, conoce todo el mundo. Es por eso que el filme busca transmitir el
lado más humano al dar importancia al dolor de los familiares de los asesinados
y enfatizar en el largo y difícil camino realizado por los allegados y abogados
en busca de justicia.
El largometraje cuenta con
actores de destacada importancia como lo puede ser Unax Ugalde, que da vida a
Iñigo Iruin, el abogado defensor de las familias. También forma parte del film
la conocida actriz Itziar Ituño, aunque en un papel algo más secundario. Frente
a los actores de renombre aparecen actores de menor fama, como por ejemplo los
que encarnan a los dos miembros de ETA, papel que protagonizan Jon Anza y
Cristian Merchan. Un elenco de actores no muy numeroso, pero que combina
experiencia con jóvenes promesas.
Uno de los aspectos que más llama
la atención es el gran repertorio lingüístico del que hacen gala los personajes
de la película. A pesar de existir una versión totalmente doblada al español,
la versión original combina el vasco con el español tomando como base para ello
la identidad de cada personaje y la realidad sociolingüística del País Vasco.
Mientras se puede escuchar a los miembros de ETA Lasa y Zabala y a sus
familiares y abogados hablar en vasco entre ellos, cuando se suceden escenas
entre la Guardia Civil o en zonas totalmente castellanoparlantes, como es el
caso de la escena de la aparición de los cadáveres en Alicante, el idioma
empleado es el español. Esto ofrece una visión realista del filme y acerca al
espectador a los hechos, haciéndolo sentir como si los viviera en primera
persona. El espectador que no domine el idioma vasco podrá seguir el hilo en
esas secuencias mediante subtítulos. Puede parecer un engorro leer subtítulos
pero, al intercalarse con secuencias totalmente dobladas, no se hace
pesado.
Los escenarios y la estética en
general están sumamente cuidados en cada segundo del filme, llevando al
espectador directamente a aquellos años de la guerra sucia por parte del
gobierno español contra el grupo terrorista ETA. Muchos de los escenarios son
los reales donde ocurrieron los hechos, como por ejemplo el secuestro en Baiona
o la carga policial por parte de la policía autonómica vasca en el cementerio
de Tolosa. El claro toque de la época está perfectamente visible en los
atuendos y decorados, que no olvidan ni un detalle.
Pero si algo debería tenerse en
cuenta es el modo en el que se ha relatado, por primera vez, unos hechos reales
sobre el GAL, grupo parapolicial creado por el gobierno español contra el
terrorismo de ETA. Es por ello, que quizá algunas personas piensen que se da
una imagen demasiado victimista de los dos jóvenes asesinados. Ante esa
situación, lo mejor antes de ver la película es dejar a un lado los prejuicios
y la ideología que uno pueda tener, para abrazar y visualizar un film que dice
mucho sobre la violencia acontecida en el País Vasco.
ERIK RIOS SALAZAR

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