No siempre es así, pero hoy no te mueres por volver


Por Gabriela Duarte

Desde el estreno de “Abrázame” en 2006, la banda De Saloon, originaria de Concepción se ha consagrado como gran exponente del rock pop chileno. En diciembre pasado, el álbum cumplió 10 años, lo que los integrantes celebraron con diversas actuaciones.

En Sky Costanera, Chevy Music exhibió a De Saloon en  un  concierto acústico, una forma de presentación en la que escasas veces se han mostrado, lo que causa cierta intriga de saber cómo se desenvolverán.

Piero Duhart, Roberto Arancibia y Ricardo Barrenechea,  tras saludar al público, se sentaron con sus instrumentos, guitarra, voz, bajo y batería respectivamente, para comenzar a rememorar sus mejores éxitos. La oscura noche necesitaba  energía, y bajo esos lentes de sol que esconden los ojos de los artistas, típicos de cada una de sus presentaciones en vivo, se encontraba una atmósfera liderada por unos serenos exponentes y un observador público.

El concierto comenzó con el vocalista intentando interactuar con los  expectantes y tranquilos receptores, usando conversaciones y pausas vocales relativamente largas en cada canción con el fin de que los asistentes cantaran con Duhart. Las primeras cuatro o cinco canciones continuaron bajo el mismo esquema, hasta que llegó una de sus canciones más célebres, “Déjalo”, que pasó sin pena ni gloria al igual que otras de similar éxito debido a  las diferencias visibles en la entonación que Piero aplica a las canciones en vivo y las que aplica en estudio. Definitivamente parecía que “Déjalo” del concierto fuera otra versión del tema y no la original.

El momento más cúlmine del concierto,  fue la canción “Te mueres por volver”, bajo la cual el público cantó y se emocionó, atmósfera de la que se contagió la banda, que mostró entusiasmo y pasión al interpretarla. Duhart con una  mayor expresividad física, concentró la atención de Arancibia y Barrenechea, lo que también se tradujo en buena calidad vocal y de instrumentación.

Sin embargo, tras estos breves momentos de clímax que siguieron con “Abrázame”, el ambiente volvió a como estaba al inicio del concierto: una audiencia que sólo escucha y mira sin estar visiblemente emocionada y los miembros de la banda concentrados en tocar y mirar sus respectivos instrumentos para seguir cada canción. Esta vez surgieron algunas estrategias creativas para animar a la audiencia, como incorporar un extracto de la letra de “Juegos de Seducción” de Soda Stereo, que hizo cantar al público por algunos segundos.

Para letras tan románticas como las de De Saloon, no se sintió aquel sentimentalismo en el aire. Al no poder incorporar instrumentos eléctricos, dos guitarras y una batería sonaron como  escasos elementos que fueron insuficientes  para hacer al concierto más novedoso. Se extrañaban otros instrumentos acústicos que pudieron haber marcado otros colores y texturas y reemplazado de alguna forma el trabajo que la electrónica hace en una banda rock pop.

Los 10 años de “Abrázame” transcurrieron durante una hora donde los integrantes proyectaron cada canción de manera correcta, sin grandes errores, pero asimismo sin demasiadas muestras de estar sintiendo realmente lo que están tocando, lo que lo convirtió en  un concierto agradable al oído para un seguidor de De Saloon, pero muy lejos de la calidad de otros conciertos de la banda, como las presentaciones Rockaxis. Fue un regular trabajo,  que con algunos cambios, las aplaudidas canciones pudieron haber sido mucho más.


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