Sanfic 14 - Viajando al Pasado: The Wolfpack

Por Valentina Ortega


Nunca he ido a SANFIC, el Santiago Festival Internacional de Cine, si sé que se exhiben películas que no están en la cartelera habitual, sin embargo nunca he vivido la experiencia de asistir, por lo tanto no me atrevo a redactar sobre algo de lo que solo he leído en internet. No me gusta escribir en base a supuestos. Por mera coincidencia hace unos dos años llegué a la película ganadora de la competencia internacional del año 2015, el documental The Wolfpack, una historia real que te hace creer en el cliché de que muchas veces la realidad supera a la ficción.

The Wolfpack, es el debut de Crystal Moselle, una estadounidense que con un golpe de suerte se topó en Nueva York con los hermanos Angulo, seis jóvenes que aprovechaban el privilegio de salir al exterior por un día. El motivo, un padre de origen peruano con delirios mesiánicos y miedo a lo malvado del mundo exterior, una esposa y madre sumisa ante las alucinaciones de su marido y una hermana con una extraña enfermedad genética. El resultado siete  hijos encerrados durante catorce años en un pequeño departamento de Nueva York, cuya única ventana al mundo es ver la colección de películas de su padre. Es así como el cine es el hilo conductor de la historia, ya que los hermanos Angulo se dedican a ver películas y a su vez a recrearlas, esta es su única entretención y lo que les permite vivir de cierta forma el mundo real.

Una de las gracias del documental es ver el proceso casero de hacer cine de los hermanos Angulo,  con los pocos materiales y cachureos que tienen en su pequeño departamento logran recrear memorables escenas, en especial de Perros de la Calle (1992) ya que es la única película donde todos los hermanos tiene un papel protagónico. Con pistolas de cartón, luces de navidad y mucho ensayo logran un resultado que fácilmente puede ser considerado un homenaje de culto a la obra de Quentin Tarantino. Este proceso refleja como los seis hermanos hacen uso de la creatividad para superar el aburrimiento y el agobio de no poder salir de las cuatro paredes del apartamento.

El film hace un clásico tratamiento de los personajes donde están los héroes valientes que enfrentan a un malvado ser y que a su vez intentan salvar a los inocentes. En este caso los héroes son los hermanos que al rebelarse ante el control de su desquiciado padre tratan de sacar a su madre de la sumisión ante él. De hecho las tomas que hace Moselle del papá  solo se ve de perfil en una cama con las luces apagadas viendo la televisión ebrio, no hay diálogos por su parte. Es como si hasta la misma cineasta temiera desatar su ira. 

La verdad es que la sensación que deja el trabajo de Crystal Moselle es que tuvo un golpe de suerte bueno, de esos que Lucho Jara narra en su canción, porque más allá de tener una historia y personajes que rayan en lo bizarro el documental se sustenta solo en eso, no hay una propuesta original  por parte de la directora en cuanto al tratamiento de la historia, es como dije anteriormente una postura temerosa y muy pasiva, todo el  progreso y creatividad del documental recae en los hermanos. De hecho la directora aseguró ser en primera instancia amiga de ellos, por lo que hay cierta mano de los Angulo en cómo se trata su historia, que mostrar y cómo hacerlo ante las cámaras, sus películas caseras y la forma en que ven a su padre. 

Pareciese que la dirección la hicieron los hermanos y no ella, los personajes opacan el trabajo de la directora, que en si es muy básico, es como si ella solo grabara lo que los hermanos le dicen y luego junta las tomas en la edición, es algo insípido. Se desaprovechan los ambientes como el departamento, la misma ciudad de Nueva York y lo que le entrega sabor a la historia, las películas hechas por los hermanos. Hace falta momentos de interacción con el antagonista, el padre, ver como espectador lo que los jóvenes relatan, y no quedarse solo con lo que  hablan de él. El papá es un personaje que se queda en constante misterio, y en este caso deja con gusto a poco porque una quiere ver como es el actuar de este hombre que es capaz de encerrar a su familia por años. También deja con la interrogante de cuál es la relación que tienen con su hermana enferma, porqué a ella no la incluyen en su hobbie audiovisual.

 Seguramente si Moselle no  hubiese chocado con ellos en su trayecto por la ciudad lo más probable es que su película no sería parte de festivales, ni ganadora del SANFIC 2015. Aunque la historia familiar de los Angulo habría alcanzado la fama momentánea de todas formas  debido a su rareza.

Muchas veces los documentales nos muestran la realidad que no queremos ver, en este caso es una realidad que no imaginamos. Cómo un hombre puede ejercer tanto poder sobre su familia al punto de que los mantenga aislados de la sociedad por catorce años, les haga creer sus locuras y ninguno le cuestione, casi como un dios, del cual la única herramienta de escape que tienen los jóvenes Angulo es el cine, su ventana a la realidad y el motor que tienen para seguir sus sueños enfrentándose finalmente ante la imagen del ser superior que tenían como figura paterna.

Si bien The Wolfpack no es la gran obra maestra, lo bueno y lo bonito es que  nos revela que hasta hoy en día, donde prácticamente se ha visto de todo, todavía quedan rarezas y extravagancias que nos pueden sorprender, que la realidad puede seguir superando a la ficción. Es cosa de buscarlo o de toparte con ello mientras vas por la calle.

Ficha técnica
Nombre: The Wolfpack
Año: 2015
Directora: Crystal Moselle

Género: Documental

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