Una clase diferente: 1995 y la consagración de Pulp


Por Rosa Figueroa
Era agosto de 1995 y los medios británicos cubrían “La batalla del Britpop”. Oasis y Blur, las bandas icónicas de este género, se enfrentaban estrenando el mismo día sus singles “Roll With It” y “Country House”, respectivamente. Pero en esa misma escena, aunque en otra vereda, se encontraba Pulp, una banda con cuatro discos editados a esa fecha y con más de 15 años de carrera. El 95 era su año.
Tenían tres álbumes lanzados hasta 1992, pero ni el éxito comercial, ni el reconocimiento en la escena musical llegaban a ellos. En 1994, y con His ‘n’ Hers, los liderados por Jarvis Cocker alcanzaron la popularidad que por casi 15 años les fue negada. Pero el verdadero éxito llegó con Different Class, el álbum por excelencia de los oriundos de Sheffield, el de las mejores canciones de su trayectoria y el más amado y odiado.
Tantas críticas y ninguneos dieron inspiración a la joya de Pulp. Un álbum redondo que participa en esa contundente trilogía que compone junto a su antecesor y a This is Hardcore (1998). Caer en la tentación de entregar un producto que respondiera a lo que los británicos escuchaban por aquel entonces, sumado a plasmar la realidad de lucha de clases que se sentía incluso en el nombre del trabajo son las claves de este triunfo.  
Con Different Class se puede bailar, cantar, reír, pero también sufrir. Se puede entender el dolor de la clase media-baja de Gran Bretaña y comprender cómo era la vida de los jóvenes del país en torno al amor, sexo y alcohol. Todo en un disco sobresaliente e imprescindible para los fanáticos de la música.
Aunque son 12 los tracks del álbum, es posible clasificar tres que dan vida a su carrera y los termina consagrando tal como lo merecían. La dulzura e ingenuidad de lírica caracteriza a Underwear”, canción que hace referencia a la vida sexual de los jóvenes británicos. La temática está perfectamente bien acompañada por la participación de Candida Doyle en el teclado y el compás de batería de Nick Banks.

“Disco 2000” es la invitación a entrar a la pista de baile. Un riff motivador, un coro pegajoso y otro toque de dulzura, tal como lo que ofrece el álbum en general, da vida a uno de los mayores hits de Cocker y compañía. Y aunque la temática es sobre el desamor de infancia del vocalista y su sueño de reencuentro en el 2000, el tema motiva a cualquiera. Es de esas canciones ideales para estar en la lista de algún karaoke.


Pero la canción más trascendental y revolucionaria de Pulp también se encuentra en este álbum: “Common People”. El track es una burla a los poderosos que querían sentirse como los pobres, esos que llamaban “personas comunes”, pero tiene un ritmo alegre, enérgico y vibrante. La banda podía abordar un tema complejo como las diferencias sociales incluyendo lo mejor de su estilo, y es que ellos mismos se sentían comunes. La instrumentalización permite que cada integrante haga lo suyo de una manera destacada, creando un sonido propio y distintivo con respecto a bandas del mismo género.

Especial atención hay que entregarle a “F.E.E.L.I.N.G.C.A.L.L.E.D.L.O.V.E” (un bonus de esta lista), canción que le permitió a Jarvis Cocker brillar como frontman en sus conciertos, pero que también era un presagio del futuro que tendría la banda. Si bien haber girado al lado del Britpop había dado frutos positivos, ser igual que los demás no los hacía sentir cómodos. Es aquí la disyuntiva de este trabajo en cuanto al amor y odio.


Different Class es el disco más amado por los fanáticos de la agrupación, pero es el más odiado por ésta. Todo ese sentimiento lo plasmaron en su placa de 1998, una apuesta totalmente contraria a lo realizado acá, mucho más oscura. Pero esa es otra historia.
1995 es el año de la consagración del Britpop, pero también la de Pulp. El grupo que parecía destinado a estar debajo de Damon Albarn y los hermanos Gallagher por fin conocía el éxito. El momento había llegado y era su hora de brillar, porque, a fin de cuentas, ellos eran de una clase diferente.

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