BLADE RUNNER, ¿SUEÑAN LOS ANDROIDES CON OVEJAS ELÉCTRICAS?
En ocasiones, deben
pasar años e incluso décadas para que una película que en su época no tuvo una
buena recepción acabe convirtiéndose en un clásico y un producto imprescindible
de la industria cinematográfica. Si para algunos filmes los años pesan, para otros
se convierten en el mejor aliado para demostrar la calidad del largometraje y
romper con ciertas críticas que hubo en los primeros meses de su estreno.
Esto es
precisamente lo que ocurre con Blade
Runner. Fue estrenada el 25 de junio de 1982. La película está ambientada
en la ciudad de Los Ángeles de 2019, un futuro en el que los humanos crearon
personas artificiales a las que llamaron replicantes,
que eran utilizados como trabajadores esclavos en misiones fuera de la Tierra.
Tras una lucha entre un grupo de replicantes, que habitualmente eran
físicamente más avanzados que los propios humanos pero que carecían de
emociones, y un grupo de humanos, los replicantes fueron declarados ilegales.
La historia da
comienzo cuando el protagonista Rick Deckard es llamado, a pesar de estar
retirado, para matar a un grupo de replicantes como hacía antaño. El giro
argumental girará en torno a la búsqueda del citado grupo de replicantes y
pondrá en duda la teoría de que dichos seres carezcan de sentimientos.
Harrison Ford
encarna el papel del protagonista principal del filme, el policía retirado Rick
Deckard. Tras este actor estelar nos encontramos a otras personas en el plantel
de personajes, como por ejemplo a una jovencísima Sean Young en el rol de la
replicante Rachel, o a un Rutger Hauer interpretando a Roy Batty, el villano de
la película. También veremos a Daryl Hannah como Pris y a Edward James Olmos en
el papel de Gaff, entre otros.
La banda sonora
corre a cargo del famoso compositor griego Vangelis. Solamente el escuchar los
primeros acordes hará que cualquier persona los recuerde en el futuro sin
problemas. Es una de esas bandas sonoras que hace historia y que es capaz de
mantener la tensión tanto en los puntos más álgidos de la película como en los
momentos más tranquilos.
La estética del
filme, de estilo totalmente futurista, hará las delicias de los amantes de la
tecnología, las grandes ciudades y de
quienes hacen volar su imaginación pensando cómo será el futuro más lejano. Una
película con una estética realmente llamativa y muy avanzada tecnológicamente
teniendo en cuenta que se trata de un filme de hace treinta y cinco años.
Quizá muchos
posibles espectadores recelen a la hora de decidir si visualizar el
largometraje o no, debido a las dudas de si será fiel a la novela de Philip
Kindred Dick en la que está basada la película. También pueden mostrarse
escépticos los más jugones, que puede que conozcan la existencia de Blade Runner debido al videojuego de
ordenador que salió a la luz en 1997. Estos últimos verán que el videojuego es
una muy buena adaptación de la película, ya que hay momentos en los que las
escenas del filme se reproducen de manera totalmente fiel. Los lectores de la
novela verán bien reflejada la narrativa del libro. Por tanto, ambas partes
pueden abandonar sus temores. El largometraje les gustará.
Definitivamente, Blade Runner es una película que debería
estar entre las imprescindibles para todo aquel que sea amante del cine. Son
muchos los que la consideran una película de culto. Un must en el género de la ciencia ficción. Para muchos, la escena
final del filme es ya un hito de la historia del cine: “Yo he visto cosas que
vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto
Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos
momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de
morir”.
ERIK RIOS SALAZAR


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