LA COMEDIA TODO PODEROSA DE UN SOBREACTUADO CAPO

“Aquí viene la garraaaaa!!”



















Desde que tengo memoria siempre quedé hipnotizado con el carisma de Jim. De hecho, bastaba que apareciera este tipo – con cara de loco, por cierto - para terminar viendo cualquier película suya, desde no sé, los 6 años.  - “¡Ahí está la máscara!”-, le gritaba a la tele. Es más, mi admiración y gusto innato por la comedia es por lejos, gracias al tío Jim Carrey. Incluso sin conocerlo en ese entonces o ser esta la única referencia consciente de su trabajo.

Es particular lo que tiene este loco, y escasa por cierto. La capacidad de hacer comedia desde su rostro creo que no la he visto en muchos comediantes, ni actores, claro hay algunos que se le acercan; Adam Sandler, tal vez, pero ni tanto este narigón es más de historia más profunda, jugar con los climax sentimentales, con esa voz gangosa, pero igual es de los capos. A la burbuja de recuerdos aparece también el simpático negro Eddie Murphy. Sí, este tiene más de ese ángel que traspasa pantalla, de hecho su trabajo es más parecido. Hasta podemos mencionar a Ben Stiller, pero naaa, a decir verdad, ninguno como James Eugene Carrey.

Comenzó a principios de los 90´ en el stand up gringo, contra viento y marea, pues sus padres no querían que explotara su auténtico don, el mismo que rápidamente lo llevó a hacer reír en televisión, dando aquí el comienzo a un sello en la comedia, ese mismo que siempre lo ha caracterizado.

Haciendo un mini tour-on tour taquillero, es necesario mencionar algunos de los ciertos y tropiezos del canadiense-yanqui. Este sobreactuado tipo ha hecho caleta de películas y en varios géneros. Lo que demuestra esa multifunción actoral escasa, para alguien proveniente de su nicho.

Ace Ventura- El detective de mascotas (1994) -  fue su primer éxito en la gran pantalla, a tal escala que en su estreno logró recaudar cerca de 72 millones de la divisa del Tio Sam, lo que condicionó al año siguiente la segunda parte del experto en la investigación policial de animales. Sin embargo, en el año de su debut como Ace, fue nominado como “la peor nueva estrella” por los anti Oscar – Premios Golden Raspberry- debido a las críticas que tuvo su participación, pero que de todas formas se sitúo en las miradas por su peculiar manera de dramatizar el ridículo, y claro por sus gestos tan expresivos. Aah! Y que por cierto lo llevó a echarse al bolsillo unos US20 guatones en su próxima película; The Cable Guy (Un loco a domicilio, para el pueblo latino), récord para la comedia del siglo pasado, así como jugando.

Ventura fue su comienzo, La Máscara (aquí sube el mambo chic-chic-chiquiboom), su consagración noventera, junto a Una pareja de idiotas, las tres estrenadas en 1994. Curioso igual, porque son bastantes películas para un periodo tan acotado, a eso súmale en el 97’ uno de sus más grandes íconos del cine – y de mis favoritas- Mentiroso, Mentiroso. Capo ah. Tan capo que en los años siguientes igual metió su rostro en un género más serio, claro porque El Show de Truman –un drama de un tipo que nació en un mundo creado para él, donde su vida era un reality show, o sea una mentira expuesta al mundo- le costó la desvalorización salarial de su trabajo, pero que dejó en claro que era capaz de salir de su zona de confort.

Hasta ahora parece una verborrea o análisis bastante positivista, pero dime tú, lector. ¿Qué películas chistosas, con guiones dirigidos en su mayoría a adultos logran que a los 5 años te rías solo al ver un tipo haciendo caras?  Porque poco o nada entendía a esa edad, pero que igual lograba enredar a cabros chicos que estaban chatos de ver monos iguales y repetidos. Pocas y era mi caso.

No tenía el cartoon network en esos años y lo único que esperaba encontrar, después de ver Cachureos (sagradamente) en esas tardes sabatinas– que por cierto eran más felices que las de hoy -,  era encontrarme con cualquier película que me sacara risas, mejor si repetían en el mega por millonésima vez La Máscara 1. Y tenían que aparecer. Atraído por situaciones más que bizarras – en el caso de Ace cuando sale del trasero de un rinoceronte, del poto po’ - que poco comprendía, pero que sin embargo me hacían reír a revolcones. Con una comedia burda, golpes por aquí y por allá, cambios de voces y una extremada sobreactuación facial, acompañaran mi solitaria existencia pre-teenager, un par de horas. Me pillaron, daba como 10 vueltas a los canales pa’ ver si salía este tipo, hasta en el 22.



Dicen que el ángel que poseen algunas personas no se compra, ni se aprende. Llega a ti desde que naces y convive con las personalidades de sus portadores toda su vida. Y harto que le ha sacado provecho este emperador de la comedia. -Hizo al Grinch po’ loco- , y cuando vi por primera vez al mono verde ni me imaginé que era la máscara, hasta que ya sabiendo leer lo veo ahí en primer lugar de la típica lista de casting final. Él era lo que me hacía ver el Grinch, porque en ese entonces me gustaba la navidad, y este mono odiaba la navidad, no me cabía en la cabeza m3n. Pero claro, el tiempo me dio las respuestas.

Con los años y conociendo más de lo que había hecho, empiezan a salir más películas de este loco en la Tv abierta. Todo Poderoso, pero qué buena película, qué buena sincronía en ese elenco, más encima sale la mujer más bella del planeta junto al mejor de los mejores, la inigualable Jennifer Aniston. Desde ahí, no sé exactamente, el 2005, empecé a seguirlo. Y vaya sorpresa – y aquí lo aplaudo de pie- (ya, si no es pa’ tanto), cuando interpreta al enojón Scroodge, al que lo van a ver los fantasmas de las navidades pasadas. Y aunque plasmó su rostro gracias a la digitalización, pues esta era una película 3D, no se plastificó su esencia. Parecido a lo que hizo con el Grinch –con mucho menos odio y verde- su naturalidad expresiva quedó intacta.

Y era que no. Porque creo que en ese elemento metafísico se basa su extensa  trayectoria. Claro, tal vez dirán pero el talento también es condicionante. De todas maneras, pero para ser sincero hay personas que nacen con ciertos dones que de no ser bien aprovechados pueden ser armas de doble filo. Porque hay actores que les sobra talento o lucharon décadas por pulir sus aptitudes actorales, pero en el caso de este demente de la comedia ocurre una armonía de talento, carisma – ángel, espontaneidad y mucho amor al ridículo. Sin dudas un referente y un pilar a considerar en la comedia de hoy en día, porque pucha que sobran comediantes que ni con 10 caños de White Widows  te sacan una risa. En cambio James Carrey con una pura mueca me pegaba un combo de carcajadas. Suerte por ellos que está fuera de pantalla y recuperándose de una depresión y la enigmática – y hasta conspirativa- muerte de su esposa.

Igual terminé haciéndote una oda Jim. Así que empieza a animarte y anda sacando una película luego, porque te están haciendo el peso y una que sabe de kilos y comedia, la sexy y angelical Melissa McCarthy.

                                                                                                                        Dario Poblete González

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