Travesía sureña: Conociendo Concepción

Por Belén Saldías

Mi viaje dieciochero tuvo varias paradas, todas centradas en el sur de Chile, específicamente entre la octava, novena y décima región.

Pasé por lugares como Valdivia, Villarrica, Temuco y Los Ángeles, pero sin duda un lugar que se robo mi corazón -pese a que fui solo por el día- fue Concepción.

A casi 500 kilómetros de Santiago se ubica esta hermosa comuna, conocida por ser una ciudad universitaria, por lo que es realmente atractiva especialmente para los jóvenes y adultos jóvenes.

Es la primera vez que visitaba Concepción, por lo que solo iba con las recomendaciones que me había hecho mis amigos y familiares, como por ejemplo visitar la plaza independencia y la U de Conce.

Como solo era una parada express, llegamos con mi pololo aproximadamente a la hora de almuerzo,  a eso de las 2 de la tarde, por lo que el primer lugar que visitamos fue el provisorio mercado de la ciudad (para los que no lo saben, el mercado original se quemó en el año 2013) rápidamente buscamos un lugar para comer, una de las picadas que nos habían recomendado, “Donde Vitoco”.

La verdad es que no fue tan buena la primera impresión que tuve del lugar, ya que si bien es entendible que son lugares provisorios, el local no contaban con ningún tipo de carta, menú o una pizarra escrita, para poder ver las diferentes opciones -los demás locales si contaban con esto-.

Yo me considero una persona más bien regodiona, que no disfruta mucho de comidas con pescado y muchos mariscos, por lo que siempre me gusta elegir bien lo que comeré. A falta de una carta, le solicité a la mesera que me dijera las opciones, ya que mi pololo ya tenía decidido comer una paila marina, 

entre todas hubo una que me llamó más la atención, un chupe de jaiba.

 

El tiempo de espera fue razonable en comparación al tiempo en que demore en decidir qué comer, aproximando unos 25 minutos tardó en llegar el plato.

Era la primera vez que lo comía y me pareció realmente rico, venía caliente y estaba sabroso a mi parecer -mi pololo decía que tenía mucho queso- por otro lado, el tamaño estaba bien, adecuado para una persona, incluso un poco más, ya que no alcance a terminarlo todo, por lo que tuve que dejar.

En total, los platos más las bebidas -además del pan, pebre y mantequilla- nos salió 15 mil pesos, lo que en comparación a la cantidad y la calidad de la comida es totalmente razonable.

Luego nos dirigimos al centro penquista, pasando por la plaza Perú, la Intendencia Regional y la Plaza Independencia, el día nos acompañó totalmente con un sol agradable, por lo que la visita se nos hizo mucho más amena, de lo que pudo haber sido.

Todos mis conocidos que habían visitado Concepción me decían que sí o sí tenía que ir a la U de Conce, ya que era algo así como un parque. Así que luego del centro nos dirigimos hacia allá.

Entramos por el famoso arco de medicina y de verdad que las recomendaciones eran totalmente acertadas, un ambiente muy agradable, tranquilo y lleno de áreas verdes, por lo que es un panorama fantástico para ir en el día, ya sea para hacer un picnic o ir a pasar la tarde en los pastos.

Crédito a Mario.net

Luego de pasar gran parte de la tarde en la U de Conce, fuimos a la zona de bares, que queda en los alrededores de esta. Fue así que llegamos hasta “La Cocina”, un bar que a través de la música te llamaba para que entraras, así que lo hicimos.

La verdad a esa hora del día el presupuesto no era mucho por lo que solo íbamos por algo poco y pedimos una michelada light para cada uno por un total de 5 mil pesos, el ambiente igual era agradable, juvenil y dieciochero, por lo que en nuestra corta estadía ahí lo pasamos excelente.

Sin duda Concepción me pareció un lugar perfecto para ir, ya sea por el día o por una semana, ya que en un solo día no puedes conocer todo el lugar -como me pasó a mi- pero como es un ambiente más bien universitario es perfecto para jóvenes, por lo que si alguna vez quieres arrancar de Santiago, te dejo totalmente recomendado esta más que atractiva ciudad.