Atrápame si puedes: el riesgo que todos queremos correr

Por Jorkhina Polanco.

Ser joven, exitoso y con grandes cantidades de dinero es lo que muchos pretenden conseguir, pero pocos lo logran con estas tres características.

¿Me creerías si te dijera que un joven de apenas 18 años logró conseguir una inimaginable cantidad de dinero y tener tres profesiones durante los años 60 en un abrir y cerrar de ojos? Créalo o no, ¡esto pasó!

“Atrápame si puedes” es la película que refleja la vida de Frank Abagnale Jr, un joven de 18 años que tras su rebeldía consiguió lo que quería sin tantas complicaciones, el cual fue interpretado por Leonardo DiCaprio. ¿Quién más que DiCaprio puede interpretar a semejante muchacho en los años más preciados? El enganche perfecto para que esta película logre ser lo que es, algo que yo considero notable.

 Si bien el hecho real sucedió hace varios años atrás, recién se pudo llevar a la pantalla grande en el año 2002, cuando el director Steven Spieldberg logró combinar la audacia, la locura, la entretención y el dinamismo en un solo film, el cual se logra por el gran elenco que interpreta cada personaje.

Esta película no se trata de peleas extraordinarias con efectos especiales, ni de romances que se ven en las típicas películas gringas, tampoco de mundos maravillosos porque no es lo que buscan. “Atrápame si puedes” es la manera ideal de contar la historia de un muchacho que con su puro ingenio logra obtener dinero de manera muy curiosa.

Frank a pesar de sus cortos años tiene que lidiar con los problemas familiares y los problemas de tipo económico. Ante esto decide tomar riendas en el asunto, escapa de su hogar y  busca la manera de obtener dinero a su más puro estilo rebelde. Piloto de una aerolínea fue una de las profesiones que logró tras falsificaciones, un traje adecuado y muchos cheques que obtenía gracias a su audacia.

Es obvio, al ver que tanto dinero desaparece comienza una investigación liderada por el agente especializado en fraudes con cheques de la FBI, interpretado por Tom Hanks, y más allá de lo loco que puede parecer la historia y lo real que es, permite lograr que este personaje en especial se vea de manera cómica ante la incógnita de querer saber quién es este misterioso personaje que logra obtener tanto dinero a través de cheques sin dejar rastro alguno.

Aquí claramente no vemos a un Jack Dawson haciendo locuras por amor ni a un Forest Gump en busca de su Jenny, porque cuando los vemos en esta película olvidamos de donde vienen, quienes son realmente y que otras películas han hecho. La trama está tan bien organizada que permite centrarnos en cada escena, cada gesto y cada palabra que dicen, tomándolo como propio.

Es interesante como sin muchos arrebatos ni tanta locura se logra hacer de algo que realmente sucedió, algo digno del cine, porque contiene el toque preciso de lo que una película necesita para que nos quedemos viéndola. Agregando además que la música que acompaña cada escena lo hace de manera perfecta. Sutil, sin tanto escándalo, a pesar de que se tratara de un gran escándalo.

Un fraude así no puede pasar desapercibido, no es como algo que salga en el diario del día lunes para luego olvidarnos con la noticia del martes. Tiene que estar presente incluso pasado los años, ¡Tiene que estar en NETFLIX!

Ustedes imaginarán las consecuencias que puede traer toda la inteligencia de Frank, digo, no es menor robar de manera descarada a través de cheques que pasan desapercibido por mucho tiempo pero, aunque no lo crean, el final va mucho más allá de lo que pueden esperar con un  delito como este.  

Más allá de esto no puedo contar, porque es necesario que lo veas tu mismo para creerlo.

Cuando finalmente dicen “basada en hechos reales” es cuando te caes de golpe y te preguntas “¿Por qué no tengo la audacia de Frank?” o por lo menos te preguntas por qué no puedes ser tan guapo como DiCaprio.