LA SALSA ES UN CONDIMENTO, LA TIMBA ES SON, CUBA Y SABOR
Cuando
hay sabores que trascienden épocas, islas e incluso continentes,
no
existen las fronteras
Havana
D’ Primera es uno de los grupos de timba más influyentes de los
tiempos contemporáneos. Si la timba no es te suena mucho, es más
probable que la conozcas por salsa. Claro que si los
cubanos
te escuchan decirle así, seguro
es que te
harán
la L,
o
te ignorarán
por
completo. Alexander Abreu, hoy es el amo y jefe de esta agrupación
del sabor en Cuba. Ayer
lo fueron los Van Van, La Charanga Habanera o la mítica Sonora
Matancera.
Muchos
le dicen salsa. Y no, no es salsa. Como alguien dijo una vez, la
salsa es la que se le hecha a los fideos - le da sabor a la vida - .
Pero hablando seriamente. Este ritmo afrodescendiente llamado “salsa”
nació en el Bronx, New York, allá por los años 30’. Grandes
astros cubanos migraron a EU, posterior a la crisis de los misiles, y
ahí a música hizo lo suyo – gracias al Supremo-.
Mezclaron
distintos ritmos, patrones e instrumentos y los metieron al horno. Un
poco de
guaguancó,
cha chá, timba
y son, todo junto, más
tumbadoras, campanas
y
trompetas,
crearon
lo que ya
en los 60’, el mundo conoció como salsa - aguaaaaa-.
Dicho
esto, hablemos de música . Si de timba se trata, Abreu y su Habana
D’ Primera la están llevando por estos días, con tres discos
editados, comercializados y vendidos. Uno de los más sabrosos es
Pasaporte (2013). Y más allá del ritmo sonero, son sus letras con
uno que otro consejo y vivencia, las que te llegan a la fibra directo
al centro del cuerpo. Ahí donde convergen todos los elementos
metafísicos – alma, corazón y mente-.
Y
acá van una breve selección de temas, con una clara intención de
atraparte en as redes de esta creación divina. Seguramente cuando
Dios creó Cuba o el Edén estaba escuchando timba. Suena exagerado,
pero de hecho podrán comprobarlo ustedes mismos al ver cómo son las
personas quienes reciben la vibración sonera. Y no al revés. Más
que sabor, es clase y una chorrera de información ancestral.
Disco
Pasaporte:
Al
Final de la Vida: Es
un pequeño consejo sobre lo que hay y no hay que evitar en la vida.
Donde muchas de las cosas que aquí dicen es fácil olvidar, esta
canción te lo recuerda. Porque al final de la vida, todo se devuelve
y el mejor regalo que puedes hacerte a tí mismo es andar por el
sendero correcto. El
clip lo deja mucho más claro. De
altos y bajos se trata y alejarse de aprender a porrazos, mejor hazlo
con clave al sonido de la conga, es más barato.
Pa`mi
gente: Acá
Abreu le da un regalo a los fieles que escuchan su música. Es
mejor oír su versión en
vivo, pa’ que sientas de cerca lo que es una timba bien tocá. El
mensaje que da la campana en esta ocasión es uno, préstale atención
a los tuyos, porque son los únicos que nunca te dejarán cuando el
camino se torne empina’o.
El
Paso de bailarina: Las
bailarinas son sensulaoides, pero es
con ese mismo encanto que
te clavan su veneno sin
tapujo alguno. Por más resistencia que pongas, ese no sé qué que
ellas tienen parece ser una miel irresistible y que bastante bien
supo plasmar Abreu. Aunque en el video, la especie de Guasón no
calza mucho, lo que sobran, mujeres sabrosas del trópico, equilibran
perfectamente el swing cubano. Por eso anda con cuida’o, que la
mujer bailarina si te ve, te atrapa y no avisa.
El
que sabe está callao: Nadie
sabe na` y el que sabe está calla’o. Al final mejor quedarse en
silencio cuando aparecen las personas confrontacionales, o bien
cuando el nivel de drama sube en cualquier lugar. Por
eso mejor quedarse
calla’o y escuchar.
Aguantar, pero nunca seguir la corriente. Este tema desborda de
sabor, más esa flauta traversa del fondo le da ese toque auténtico
de la escencia habanera. Chao y que lo malo se valla bien
lejos, con
clave y baile.
Un
consejo se entiende mucho mejor si se transmite cantando, y mejor si es la campana la que hace el llama'o.
Esta
ha sido una selección introductiva – si quieres llamarlo de alguna
forma – a lo que significa la timba. Al principio es fácil
confundirla con lo que se creó en New York, en el siglo pasado, pero
por suerte aún existen mentes amantes de la raíz que quieren que se
siga transmitiendo este conocimiento ancestral. Ancestral
digo, porque África sigue siendo la matriz de mucha información
ignorada y que hoy – a goteo – sale a la luz.
Por Darío Poblete
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