Líbranos del mal: Atraviesa al otro lado

José Olmos

Es habitual que en vísperas de Halloween las películas de terror se vuelvan las predilectas de cientos de jóvenes. Hoy hablaremos de un filme que pasó sin pena ni gloria por los cines nacionales, pero no por eso es una mala película. Incluso yo no sabía de su existencia, pero cuando fui a verla al cine –en el 2014- quedé gratamente sorprendido con Líbranos del Mal, un nombre que tampoco invita a animarse con ella.

Para contextualizar, era el famoso “Día del cine a luca” por lo que ese día llevaba toda la tarde en el cine y la última película en exhibición era Líbranos del mal, la función empezaba un poco tarde, a eso de las 23 horas, por lo el ánimo ya no era el mismo y después de ver Fuerzas Especiales, no quedaban ganas para seguir viendo películas y perder las dos lucas que costaron las entradas, no era una mala opción. Pese a eso, decidimos quedarnos a ver esta desconocida película, una gran decisión, ya que Líbranos del mal es un gran filme de suspenso, con una trama interesante, que hacen de esta película una gran opción para ver durante una noche de aburrimiento, sumando su excelente banda sonora.


Tratando de no caer en spoilers, se puede decir que Líbranos del mal es una película basada en las vivencias reales, obviamente con ciertos agregados para hacer un poco más atractiva la historia, de un policía estadounidense, Ralph Sarchie, que realizaba patrullajes en el famoso barrio del Bronx –Sí, en el mismo lugar donde nació el famoso grupo “Aventura”, pero eso es harina de otro costal-. Luego de un largo tiempo de investigación, Sarchie se ve atrapado en un caso que parece no tener explicación humana. Un día decide ir a un bar, lugar en el que se encuentra con un desconocido, un sacerdote de apellido Mendoza, un experto en realizar exorcismos. En primera instancia el cura trata de hacer entender al protagonista que existen otro tipo de fuerzas, algo que se escapa de las fuerzas mortales, pero Sarchie se niega a aceptar una explicación de ese tipo.`


Un aspecto destacable de la película es la relación que logran llevar ambos durante la película, ya que al principio era bastante lejana y de recelo por ambas partes, pero con el paso del tiempo, logran llevarse bien y entender que trabajando juntos, es la única forma que tienen para poder resolver el enigmático caso. El principio de la película es bastante aceptable, aunque llega un momento en el que “sobran” escenas que le restan rapidez al desarrollo de la historia, pese a eso el suspenso se hace presente en varias ocasiones. Los famoso screamers también hacen acto de presencia, al igual que en todas las películas de terror de la actualidad, a algunos les gustan, otros los odian, pero, lamentablemente, llegaron para quedarse.

Se puede considerar a la oscuridad y al mal como los antagonistas de todo esto, entendiendo al mal como algo que va sobre la propia maldad humana, ya que es una maldad que viene directamente de los demonios que se apoderan de los débiles para realizar todo tipo de actos, acompañados de la oscuridad que le da un importante añadido a toda la ambientación.
El director es Scott Derrickson, que se hizo famoso por dirigir otra película que tiene como eje principal el exorcismo, El exorcismo de Emily Rose, también por realizar otra gran película de terror llamada Sinister y por su último trabajo, Doctor Strange.


Y para finalizar, una mención honorífica a la banda sonora, con la participación de The Doors que en algún momento se vinculan con la misma trama de la película, por lo que, si eres fan, es un punto agregado para ver el filme y si no eres fan de la psicodelia de The Doors, puedes disfrutar la película sin problema. Específicamente son tres temas los que se pueden escuchar durante la cinta, estos son: Riders On The Storm, People Are Strange y la que tiene más impacto en el desarrollo de la historia es Break On Through (To The Other Side).

Si te animaste a ver la película, puedes hacerlo en Netflix, pero si no tienes una cuenta, puedes hacerlo directamente en el link que te dejo a continuación.


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