‘El Increíble Castillo Vagabundo’, otros tipos de belleza.
A muchos les fascina el cine
de Disney, y es que sin duda los clásicos cuentos animados calaron hondo en
nuestro suave y dulce corazón infantil logrando que amáramos y odiáramos a buenos personajes de la
compañía estadounidense.
Pero sin embargo, muchos
otros, hemos conocido historias que poseen belleza propia, y para mí la pieza
cinematográfica de Studio Ghibli,
“El Increíble Castillo Ambulante”
(nombre en Hispanoamérica) es una de aquellas que no sólo es de mi agrado en
cuanto a argumento, sino que posee otros elementos que son dignos de recordar.
La belleza del dibujo
Ganadora al premio de “mejor
animación del año” en los “Hollywood Film Festival” y nominada a
los Óscar en 2004, la historia japonesa de Sophie (nuestra protagonista) sorprende con los trazos, los detalles y los efectos, algo que sin duda no sólo
me sorprendió y enamoró desde los primeros minutos de la película, sino que también
encantó a toda la crítica del mundo.
La historia, está inspirada en
la ciudad francesa de Colmar, donde Sophie, una joven sombrerera y parte de una monótona
rutina, se cruza por obra del azar con un excéntrico mago llamado Howl, y que
luego de su extraña conversación, el destino la lleva a encontrarse con una
bruja aun peor: Calamidad (o como es llamada en España: “La Bruja del Páramo”),
quien le lanza un hechizo que la obliga a irse de casa y embarcarse en una
aventura nunca antes pensada.
Los dibujos trascienden en
la pantalla, realizando un grato recorrido por paisajes llenos de vida, humo,
brillos y movimiento, que en algunos momentos bordea lo detallista pero sin ser
hostigoso a la vista.
Lo interesante de esta
historia, es que está repleta de guiños al subgénero literario de ciencia ficción,
el steampunk, un movimiento artístico
y sociocultural (a su vez) que mezcla la tecnología a vapor con elementos de la
fantasía y la ciencia ficción, por lo que no es raro ver esta mezcla clásica del
paisaje junto con maquinas voladoras y que no suenan ni pintan mal en este
conjunto.
La Guerra
A toda esta mezcla, que te
puede parecer extraña, debes sumarle el factor más importante en esta película:
la guerra entre magos y brujas, cuya destrucción se sitúa en las ciudades de
los humanos comunes y corrientes.
En la película se ve
claramente, y desde el principio, los desfiles de fuerzas armadas recorriendo
las calles, celebrando a los soldados sobrevivientes y los banderines que
indican que la guerra podría haber acabado, los panfletos de propaganda enemiga
y las bombas aéreas que caen tanto al mar como en la ciudad.
Hayao Miyazaki, director de
este filme, sin duda quiso hacer saber a todos los medios, que su inspiración por
este lado era el viejo continente y la Segunda Guerra Mundial. Este no solo se
ve reflejado este tema en cuanto a la estética, sino que también en los
comentarios del pueblo, en la ropa de cada uno de los personajes, en la materialización
del miedo en los niños, y en la necesidad de tomar un bando a pesar de que los
intereses de esta guerra no sean los tuyos (algo muy comentado en este
largometraje).
Los cánones de belleza
Esta es una arista que me
llama mucho la atención en esta película y que sobresale porque no es común verlo
en largometrajes para niños y/o adultos jóvenes, y es la autoestima.
Sorprendentemente este
elemento no se ve muy reflejado en el cine occidental, Aurora nunca dudó de su
belleza, y Blanca Nieves siempre fue la más bella del reino, sin embargo aquí vemos
la cruda realidad.
“Sophie
no es bonita”, el filme comienza con este tema, y con que
los rumores dicen que “los magos como Howl, se comen los corazones de las
chicas más bellas de la ciudad para mantener su poder ilimitado”, sin embargo,
más allá de un simple mito mencionado por las compañeras de trabajo y clientas
de nuestra protagonista, se convierte en la cruz de nuestro personaje.
¿Cómo nos convencemos de que
somos bonitas?, y es que así es la realidad, desde que somos pequeñas, porque si
no nos caemos bien, nos mencionamos insultos como “fea”, “gorda”, “cuatro ojos”,
entre otros en los que solo tomamos en cuenta el aspecto físico, y sin embargo
nunca logramos empatizar con nosotras mismas, logrando ser crueles y quebrando
el autoestima de otros.
En cualquiera de los casos,
el resultado es el mismo en esta historia, ya que la llegada de la “Bruja
Calamidad” obliga a Sophie a tomar la forma de una anciana de 90 años, lo que
más allá de una completa versión nueva de nuestra protagonista, resulta hacer más
pesada la mochila del autoestima de la sombrerera, que además demuestra la
pesada vida de un anciano, la compasión con el adulto mayor y las dificultades
de la edad.
¿Pero ese es el verdadero
embrujo de Sophie? No. Teniendo la eventual ayuda de grandes personajes como “Calcifer”,
el joven aprendiz de mago: “Markl” y de “Howl”, la verdadera maldición de
Sophie es ella misma y su incapacidad de ver su propia belleza, aunque ella
siempre vea la de los demás.
La banda sonora
Algo que también me gusta mucho, y
a modo personal, son las versiones en piano y violín por parte de Joe Hisaishi,
el mismo compositor de largometrajes como “El
Viaje de Chihiro” y “La Princesa Mononoke” (ambas de Studio Ghibli) que
recrea no sólo parte de la personalidad de la ciudad, sino que también te
salpica con un estilo de vals romántico y de nostalgia a una obra que sin duda
termina por darle un sello y un toque final este filme.
“El increíble Castillo
Vagabundo” es una de esas historias en las que tienes que dejarte sorprender
por sus elementos fuera de lo común y originales, características de su producción
y director, que con el fin de llamar la atención de grandes y pequeños,
consigue otro acierto en una gama de historias animadas para sobrecogerte,
sumergirte en otro mundo y lograr enamorarte.
Te invito a que te enteres
más de la película a través del siguiente tráiler, o a que revivas esta
aventura a través de los servicios de películas online en internet.
TRÁILER
Por María José Sandoval.









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