Sheep Oh: Las peores fiestas de Santiago
Si eres de las personas a las que
en las fechas de Halloween, año nuevo, etc le gusta asistir a fiestas realizadas
por productoras, en las cuales independiente del precio que pagues te importa
pasarlo bien y recibir un servicio de calidad, esta nota es para ti.
Hace unos años se hizo reconocida
la productora o marca “Sheep Oh” destacada por realizar en sus inicios exitosas
fiestas de año nuevo, con temáticas muy similares a lo que se realiza en el
extranjero, lo que la hacía llamativa a la audiencia y por ende, bastante
exitosa.
Sin embargo, no todo lo bueno
dura para siempre.
Hace dos años, y tras tantos
comentarios sobre las increíbles fiestas que realizaba esta productora, decidí
darle una oportunidad para Halloween. El evento que se realizó en la cúpula del
parque O´higgins prometía 3 ambientes, de los cuales al llegar solo había uno.
El espacio les quedó grande, pocos asistentes, pésima música y todo este desastre
por una entrada de $8.000, sin nada incluido.
Pero como todos merecen
oportunidades en esta vida, decidí darle otra chance a sheep oh, con la fiesta
de bienvenida de año nuevo 2017. El evento que tenía un valor de $15.000 con
acceso a barra libre, realizada en la caja de compensación La Araucana, ubicada
en la florida fue bastante exitoso. Esta vez, el espacio estaba repleto,
excelente servicio y producción, excepto por la barra libre, en la que se
armaban unas filas infinitas (y digo infinitas porque nunca se terminaban).
Aquella vez no lo pasé mal,
pero a mi gusto, la producción vendió
más entradas de lo que el recinto era capaz de aguantar.
Finalmente, hace unos días atrás
decidí darle la última oportunidad, con la fiesta de Halloween realizada en el
centro cultural Chimwoke en Peñalolen. Que
experiencia más horrorosa. No tengo otra palabra.
La entrada tenía un valor de
$10.000 y el desastre comenzaba al
llegar al lugar. Un solo acceso, repleto, donde todos los asistentes se
empujaban unos con otros, lugar en el cual era necesaria la asistencia de
carabineros para controlar a la multitud.
Una vez que milagrosamente
lograbas pasar el control y entrar al recinto, la decepción era total. Nuevamente
la promesa de 5 escenarios se quedó en el aire. Solo había un escenario
general, con música muy baja y con un público al cual la productora jamás se
encargó de filtrar. Y lo diré textual, habían niños con cara de 15 años de esos
que en cualquier momento te van a asaltar.
En los controles, la gente
encargada jamás pidió carnet, al interior durante el transcurso de la fiesta se
producían peleas a cada rato, teniendo que intervenir constantemente
carabineros. En lo que es el ámbito de la barra de tragos, tenía precios muy
altos en relación a la mala calidad de los productos.
En resumen, se terminaron todas
las oportunidades para “Sheep Oh” y si quiere gastar su dinero a cambio de
pasarlo realmente bien en una fiesta, jamás considere a esta productora porque
solo le van a ofrecer mentiras y malos ratos.
Por Ana María Kohn
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